Real

---Viene celestial el llamado nocturno hacia los cuarteles del absurdo donde reina el esplendor ardiente de la aterradora confusión en plena obra de teatro. El cierre del telón entre escenas es perfectamente interpretado por las alas incipientes del fantasma lunar que esperan sin desesperar la humildad de los gritos de fuego ante el cansancio, y así se extienden sobre la esfera vital una vez más…durante la inconsciencia de quienes horas mas tarde habrán olvidado el maravilloso contacto con los seres mágicos que habitan en esa dimensión, en la intersección de la espiral de hilo de-mente.---

---Hay una cobija roja que nunca cae al piso, que nunca entra en contacto con ningún otro objeto, ni siquiera con ella misma, se dobla y vuela, pero nunca comete el error de chocarse con nada, ni con ella misma siquiera, nada a través de ondas de sonido que rompen cristales, e imágenes mentales tan fuertes que son expulsados de donde habitan por los rayos de luz que intentan atravesarlas, pero no es posible que toque o se enrede con nada ni siquiera con ella misma.---

---En la esquina de las escaleras des-habita una partícula de polvo, proveniente de las alas de aquél gato. La partícula solitaria no abandona nunca su esquina, y así como el agua nunca deja de-mojar, la partícula nunca deja de-cantar lo que de-construye de La Biblia dorada acomodada en la misma esquina. No se sabe qué fue primero, la Biblia o la partícula, pero al parecer le pareció tan digno de admiración a la cobija roja, que de allí fue de donde aprendió a no contactar a nada ni a nadie, ni siquiera a sí misma.---

---Un grito de fuego entra todos los días por la misma ventana, arribe, en diagonal a la esquina particular. Por haber sido el primero en lograr sacar del origen un pedazo de imaginación en el mundo contrario a los sueños, tiene el permiso único de entrar en todas las escenas por la misma ventana. Usualmente los gritos de fuego deben encontrar cada mañana una ventana diferente y recorrer la mayor cantidad de objetos diferentes cada día y aturdirlos de manera que no despierten, al menos mientras es de día todavía.---

---De esta forma se hace posible la captura de algunas frecuencias de su vibración, para que en el momento humilde, cuando se recogen todos los gritos de fuego en el centro de la nada, se haga posible la sinfonía única de cada anochecer, aquella que contacta el manto alado para iniciar el descenso peligroso de los vivientes a sus respectivos puntos de conexión interdimensional.---